Previo a su llegada a la dirección de Pemex, Emilio Lozoya, incurrió en lavado de dinero producto de los sobornos que operó entre 2009 y 2012 con la constructora Odebrecht.
Fungió como enlace para ganar contratos de obra.
De acuerdo con una investigación de la Fiscalía de la República consultada por El Universal, Lozoya Austin es autor material de las operaciones con recursos de procedencia ilícita, derivadas de los sobornos que dio Odebrecht para posicionarse como principal contratista del gobierno de Peña Nieto.